Cada vez que los episodios de intensas lluvias sacuden el litoral del sureste de la Región de Murcia, el Mar Menor se ve perjudicado. Las escorrentías y los flujos de agua que éstas producen van a parar a la laguna, y contribuyen a su deterioro. También provocan inundaciones. En un esfuerzo conjunto por solucionar el problema, Hidrogea y el Ayuntamiento de Cartagena están llevando a cabo un total de 21 proyectos de mejora en las redes de saneamiento de las localidades ubicadas a orillas de la albufera.

Con una inversión de 3,5 millones de euros procedente del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), la gestora del ciclo integral del agua en Cartagena y en otros 12 municipios de la Región se encarga de renovar las tuberías y el sistema de alcantarillado y recogida de pluviales en las poblaciones de La Puebla, La Palma, Los Urrutias, Los Nietos, Mar de Cristal y La Manga del Mar Menor.

Las obras, que forman parte de las denominadas ‘Actuaciones Prioritarias para recuperar la laguna salada’ y del ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’ del consistorio cartagenero, están destinadas a que las infraestructuras públicas de saneamiento ofrezcan mayores garantías ante cualquier tipo de filtración, especialmente cuando las cantidades de agua superan con creces a las que discurren con normalidad. También se están realizando intervenciones en estaciones de bombeo y en los pozos de registro.

En el marco de su estrategia de innovación y digitalización, Hidrogea ha comenzado a implementar la solución Createch en las depuradoras de aguas residuales de Cartagena.

Se trata de una herramienta web avanzada que permite la monitorización y el control inteligente del proceso de depuración y que mejora, de forma significativa, la gestión del agua en las ciudades.

La aplicación ya está en funcionamiento en dos de las cuatro plantas depuradoras del municipio cartagenero. Una de ellas, la de Cabezo Beaza, está ubicada sobre el mismo acuífero del Mar Menor. El avance subraya así, además, su trascendencia en la recuperación de la laguna: Createch optimiza el control de la eliminación de nitrógeno, un elemento presente en todas las aguas residuales, mediante procesos de nitrificación y desnitrificación. Una vez eliminado, las aguas resultantes, ya sanas y limpias, pueden volver a ser reutilizadas para el riego agrícola.

En añadido, la tecnología puesta en marcha por Hidrogea ajusta en tiempo real la producción y distribución de aire en los reactores biológicos. Una serie de ventajas primordiales sobresalen de la culminación del proceso: el incremento en la fiabilidad del tratamiento de aguas residuales, la optimización de la eliminación de nutrientes y la garantía del cumplimiento de los estándares de calidad. Todo ello, por si fuera poco, de la mano de un consumo energético mínimo.

En colaboración estrecha con la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Hidrogea ha lanzado un ambicioso proyecto enfocado en la recuperación ambiental de la laguna salada. El plan, que ha sido seleccionado por la Fundación Biodiversidad para recibir casi 2 millones de euros en ayudas procedentes del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), consiste en transformar nueve balsas de riego para agricultores en islas de biodiversidad terrestre y acuática.

A través de la implementación de vegetación autóctona y de filtros verdes, las actuaciones buscan mejorar, midiendo constantemente la presencia de compuestos químicos y sales, la calidad del agua de riego empleada en la agricultura de la comarca. Está previsto que se actúe sobre unos 90.000 m2 de laderas y terrenos colindantes a las balsas. En ellos se crearán refugios para la fauna silvestre, se reducirá la erosión y se establecerán corredores que conecten el mayor número posible de parcelas.

La estrategia incluye también la introducción de una serie de cultivos alternativos que requieran una menor cantidad de agua y abonos. Todas las iniciativas, que serán avaladas por un comité científico compuesto por expertos de las universidades públicas regionales (UPCT y UMU), se llevarán a cabo entre los años 2024 y 2027, y pretenden establecer un modelo de prácticas agrícolas sostenibles que contribuyan, de paso, a la mejora ecológica del Mar Menor y de su ecosistema.

Una veintena de voluntarios de Hidrogea, en una actividad organizada conjuntamente con Hippocampus, una asociación dedicada a la preservación del medio marino de la Región de Murcia, recorrió el pasado mes de noviembre cada palmo de la isla del Ciervo del Mar Menor para recoger los residuos que encontraron a su paso.

Había de todo: vidrios; restos de botellas de plástico y envoltorios de comidas preparadas; latas de cerveza vacías y fragmentos de cuerdas casi mimetizados con la tierra; botellines de jarabes, filtros de colillas e incluso un neumático. En el agua, rozando las rocas de la isla, hallaron restos de metales y gomas sintéticas.

Al término de la actividad, los voluntarios, que llenaron bolsas enteras de basura, las clasificaron y apuntaron los datos en un informe que Hippocampus facilitó a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma.

La isla del Ciervo forma parte de la Red Natura 2000, una iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) de protección de espacios considerados como de “conservación de biodiversidad”.