- El consejero de Medio Ambiente, junto con la alcaldesa de Cartagena, supervisa la ejecución de los trabajos, que se encuentran al 41,5 por ciento y concluirán a finales de 2024, con una inversión de 5,6 millones.
- Se ha ejecutado la estabilización geotécnica del depósito, clave para asegurar la estabilidad del terreno para las fases posteriores, y se han sellado parcialmente 5,6 hectáreas de las ocho de la superficie total.
La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor avanza en la ejecución de las obras de restauración ambiental de la balsa minera abandonada El Lirio, cuyos trabajos se encuentran al 41,5 por ciento y finalizarán a finales de 2024. La actuación supone una inversión global de 5,6 millones de euros.
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, junto con la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, visitó el 20 de diciembre el depósito minero El Lirio para conocer la evolución de la obra y en concreto, el proceso de sellado o encapsulado in situ de los residuos.
Vázquez resaltó que se trata de una “actuación histórica” porque “se consigue la restauración medioambiental de una zona que quedó muy deteriorada tras 41 años de actividad minera” que cesó en 1.981, y garantizar a largo plazo la estabilización física y química de los depósitos, así como la seguridad estructural de la actuación.
La restauración ambiental de la balsa El Lirio es prioritaria para el Gobierno regional porque “nos permite evitar que los metales pesados de las instalaciones mineras abandonadas puedan terminar en el Mar Menor, debido a las escorrentías de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión, dado que se sitúa en la cuenca vertiente del Mar Menor”, explicó el consejero.
Avanzan a buen ritmo
El consejero detalló que las obras, que se prolongarán durante 18 meses, “avanzan a buen ritmo” y añadió que actualmente se está trabajando en el sellado del depósito, que abarca una superficie de ocho hectáreas, el equivalente a ocho campos de fútbol.
La tarea del sellado consiste en la colocación de varias capas para encapsular los residuos y lograr la restauración medioambiental de la zona. Los lodos mineros se extienden en una capa lisa y homogénea, se colocan láminas de geotextil combinados con otras de arcillas, grava y tierra, para verter tierra vegetal que permita la reforestación de toda la superficie afectada.
Hasta el momento se ha actuado en 5,6 hectáreas, es decir, en el 67 por ciento de toda la superficie, que se encuentran en distintas fases de ejecución de las diversas capas de impermeabilización.
Además, se han mejorado los accesos al depósito de lodos y remodelado del depósito, y la estabilización geotécnica, fase de extrema complejidad, y clave para asegurar la estabilidad del terreno de cara a las fases posteriores.
Una vez finalice el sellado, se procederá a instalar los sistemas de drenaje del entorno, coronación y taludes, y se colocarán las barreras de sedimentos. Se continuará con la protección y estabilización de taludes, la restauración vegetal de la zona y concluirá con un vallado perimetral.
La obra cuenta con una inversión de 5.653.419 euros, de los que el Gobierno regional invierte con fondos propios 1,6 millones de euros, lo que supone un 30 por ciento del total. El resto lo aporta el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con una subvención de cuatro millones de euros.
FUENTE. CARM
