Una veintena de voluntarios de Hidrogea, en una actividad organizada conjuntamente con Hippocampus, una asociación dedicada a la preservación del medio marino de la Región de Murcia, recorrió el pasado mes de noviembre cada palmo de la isla del Ciervo del Mar Menor para recoger los residuos que encontraron a su paso.

Había de todo: vidrios; restos de botellas de plástico y envoltorios de comidas preparadas; latas de cerveza vacías y fragmentos de cuerdas casi mimetizados con la tierra; botellines de jarabes, filtros de colillas e incluso un neumático. En el agua, rozando las rocas de la isla, hallaron restos de metales y gomas sintéticas.

Al término de la actividad, los voluntarios, que llenaron bolsas enteras de basura, las clasificaron y apuntaron los datos en un informe que Hippocampus facilitó a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma.

La isla del Ciervo forma parte de la Red Natura 2000, una iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) de protección de espacios considerados como de “conservación de biodiversidad”.