En colaboración estrecha con la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Hidrogea ha lanzado un ambicioso proyecto enfocado en la recuperación ambiental de la laguna salada. El plan, que ha sido seleccionado por la Fundación Biodiversidad para recibir casi 2 millones de euros en ayudas procedentes del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), consiste en transformar nueve balsas de riego para agricultores en islas de biodiversidad terrestre y acuática.

A través de la implementación de vegetación autóctona y de filtros verdes, las actuaciones buscan mejorar, midiendo constantemente la presencia de compuestos químicos y sales, la calidad del agua de riego empleada en la agricultura de la comarca. Está previsto que se actúe sobre unos 90.000 m2 de laderas y terrenos colindantes a las balsas. En ellos se crearán refugios para la fauna silvestre, se reducirá la erosión y se establecerán corredores que conecten el mayor número posible de parcelas.

La estrategia incluye también la introducción de una serie de cultivos alternativos que requieran una menor cantidad de agua y abonos. Todas las iniciativas, que serán avaladas por un comité científico compuesto por expertos de las universidades públicas regionales (UPCT y UMU), se llevarán a cabo entre los años 2024 y 2027, y pretenden establecer un modelo de prácticas agrícolas sostenibles que contribuyan, de paso, a la mejora ecológica del Mar Menor y de su ecosistema.